Durante un año, el alcalde Dioris Astacio hizo lo que quiso, literalmente, manejando los recursos con nula fiscalización, pues logró que los regidores le aprobaran todo, levantando la mano sin cuestionar. Mientras tanto, se gastaron millonariamente los recursos en publicidad para él, incluyendo camisetas, eventos egocéntricos y hasta la promoción de un ridículo nombre que pretende imponer a la ciudad, junto a otros proyectos absurdos que creó sin consultar.
Los dineros se dilapidaron en iniciativas insípidas y campañas publicitarias para enaltecer su imagen, mientras él, como un «vampiro en la noche», aparecía con un casco de constructor al estilo WNC y una capa amarilla, proclamando que estaba eliminando vertederos y sugiriendo que su predecesor, Manuel Jiménez, había dejado todo por hacer.
Pasó un año y solo se dedicó a pintar puentes y parques, mientras la ciudad caía en el SISMAP del lugar 40, que le dejó Manuel Jiménez, al puesto 40, obteniendo un 0 en transparencia.
Todo esto ocurrió mientras los regidores, sumisos, aprobaban todo en medio de un aire acondicionado colapsado y con abanicos cuya adquisición nadie sabe cómo se licitó o compró, para paliar la ineficiencia. La oposición, cómplice y nunca tan débil, permaneció en silencio, al igual que el partido de gobierno que llevó a Astacio al poder, que se mantuvo callado, en un silencio casi sepulcral, con voces ocasionales disonantes que eran rápidamente apagadas.
Sin embargo, Rafael Castillo, diputado por la Fuerza del Pueblo, emergió, tarde, pero emergió, rompiendo el muro de la complicidad silenciosa al criticar el discurso de rendición de cuentas de Dioris Astacio. Ahora, Luis Enríquez, aunque ya no es diputado, sigue siendo una voz de peso y se suma, también criticando el discurso.
Ambos se quedan cortos, pero algo es algo. Falta por ver si los regidores de oposición dejan de lado sus «intereses» y se unen a la corriente de Luis Enríquez y Castillo en lo que parece ser un despertar opositor.
No es momento de criticar los escritos o dichos de estos dos opositores, pero está claro que, a partir de ahora, comenzando por el también exdiputado Carlos de Jesús, del PRM, Dioris no tendrá la tranquilidad para hacer y deshacer que tuvo hasta el 24 de abril de 2025.
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6/5/2025
